Exilios políticos, exilios culturales. Exilios por supervivencia, exilios por elección. De una forma u otra, los
exilios han creado nuevas fusiones culturales en todas la épocas de nuestra historia.
Catalanes, gallegos, asturianos, andaluces, extremeños se afincaron en América latina aportando su cultura y
recibiendo la autóctona creando nuevos sonidos y estilos musicales expresando los diferentes sentimientos que
afloran en el desarraigo.
Miles de descendientes de aquellos desarraigados vuelven a exiliarse en Europa décadas después, abriendo un nuevo
ciclo, un nuevo layer, un nuevo traspaso de dígitos de la memoria RAM a la memoria EPROM.
¿Cuán perfecta es esa memoria? ¿Cuán individual? ¿Cuántos de esos bits pertenecen a nuestra experiencia y cuantos
a los relatos de nuestros abuelos y padres? ¿Existe una memoria genética ROM?
Transversalmente la música electrónica experimental aporta otro tipo de desarraigo, el de lo orgánico frente a lo
sintético o digital mediante la manipulación de samples una y otra vez, como historias contadas de boca a oreja.
Exile Soundscapes son postales sonoras que emergen desde la memoria de Pablo Schvarzman desvirtuadas (o no) por la
RAM - ROM del oyente.
Estas postales son creadas a partir de muestras sonoras de la Guerra Civil española, grabaciones de campo de la
posguerra y documentos musicales argentinos, todo ello procesado y mezclado en directo con sintetizadores, voces
y guitarras.
Pablo Schvarzman, argentino de nacimiento y catalán de adopción es bisnieto de emigrantes Ucranianos en la época
del zar Nicolás II, nieto de republicanos exiliados en la época post Guerra Civil española, hijo de exiliados en
Perú durante la época de la dictadura militar argentina y autoexiliado en catalunya desde la inconsciencia
económica de los 90’s argentinos.
Pablo Schvarzman: composición, electrónica, samplers, voces y guitarra.
Mezcla: Andrés Jaén.